En un sector que busca ser cada vez más eficiente y rentable, las enfermedades se convierten en un verdadero obstáculo para el crecimiento, no se trata solo de la pérdida en kilogramos de peces, aunque esa es una realidad palpable y muy costosa, estas pérdidas incluyen no solo el valor de mercado de los peces muertos, sino también los costos invertidos en su alimentación, manejo y otros cuidados a lo largo de su ciclo de vida. Las enfermedades impactan principalmente:
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En la productividad: una granja con brotes
constantes de enfermedades no puede alcanzar su potencial máximo de producción.
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En el costo de producción: el tratamiento de
enfermedades, la bioseguridad reforzada y la gestión de riesgos se traducen en
mayores costos operativos.
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En la rentabilidad: la combinación de menor producción y mayores
costos afecta directamente el margen de ganancia, poniendo en riesgo la
viabilidad de la empresa.
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En la reputación: un brote de enfermedad puede
afectar la confianza de los compradores y consumidores, generando pérdidas a
largo plazo.
Otro aspecto importante es la reducción en la eficiencia
productiva. Las enfermedades no solo causan mortalidades, sino que también
pueden afectar el crecimiento y la conversión alimenticia de los peces
sobrevivientes. Esto se traduce en menores pesos finales y rendimientos,
afectando negativamente la rentabilidad de la producción.
La prevención, la bioseguridad, cuidar y fortalecer la salud de los animales, debe ser un factor de relevancia en su producción.
𝗖𝗢𝗡𝗧Á𝗖𝗧𝗔𝗡𝗢𝗦:
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